Así lo dispuso el presidente Alberto Fernández en conferencia de prensa acompañado de los gobernadores. La norma regirá hasta el 31 de marzo: el Gobierno garantizó el abastecimiento de supermercados. Prometió "ser inflexible" con quienes violen el aislamiento preventivo, que será considerado un delito.
Con motivo del avance de la pandemia de COVID-19 en la Argentina -ya suman 128 los casos registrados desde el 3 de marzo- el presidente de la Nación Alberto Fernández anunció medidas aún más severas a modo de evitar la propagación del virus.
Dichas medidas fueron tomadas en conjunto en la reunión cumbre que mantuvo esta tarde el titular del Ejecutivo nacional con todos los gobernadores de las provincias -el único ausente fue el mandatario de Catamarca, que estuvo por teleconferencia- en la Quinta de Olivos. El cónclave inició a las 17 bajo un minucioso operativo de seguridad y finalizó pasadas las 19. Minutos más tarde, Fernández habló en conferencia de prensa, aunque no respondió preguntas.
Entre las medidas más restrictivas que anunció Alberto se encuentran la disposición del aislamiento social preventivo obligatorio a partir de las 0 de este viernes 20 de marzo, y que se extenderá hasta las 23.59 del próximo 31 de marzo. Esto supone rigurosidad de los miembros de Prefectura, Gendarmería, Policía Federal, y las fuerzas policiales ante quienes violen la cuarentena, actividad que será considerada un delito.
Únicamente se podrá circular por las calles del territorio argentino en caso de ser extrema necesidad: es decir, salir a hacer compras a almacenes cercanas, supermercados, entre otros locales; o trabajar en aquellos casos que la normativa no los alcanza.
Al respecto, el jefe de Estado fue tajante: "Nadie podrá moverse de su residencia", que amplió con: "Vamos a ser muy severos con quienes no respeten el aislamiento", al mismo tiempo que rogó a los gobernadores presentes sean igual de rigurosos con los habitantes de sus respectivas provincias.
Para evitar dudas sobre un posible desabastecimiento en supermercados, Fernández negó esa posibilidad asegurando que almacenes y supermercados no alterarán su funcionamiento, como así tampoco farmacias.
La medida del aislamiento social preventivo no alcanza a sectores como el de la alimentación, productores de fármacos, personal de medios de comunicación y quienes están afectados a producción de petróleo o refinerías de nafta o gasoil.
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