Tenía 93 años y falleció esta madrugada en un sanatorio porteño. Atajó por más de dos décadas en el Millonario, tuvo proyección internacional y fue un vanguardista en su puesto. Desde hacía tiempo era presidente honorario del club.
En medio de la conmoción por la pandemia de coronavirus, una triste noticia sacudió este viernes al mundo del fútbol. En horas de la madrugada, minutos antes de las 5, murió Amadeo Carrizo, el legendario arquero de River que marcó un antes y un después en la historia del club y también en el fútbol argentino.
Nacido en Rufino un 12 de junio de 1926, debutó en el Millonario a los 19 años. Presente en el arco millonario en 520 ocasiones, es hasta el momento el jugador que más veces vistió la camiseta de River, apenas por encima de Ángel Labruna (515) y Reinaldo Merlo (500).
Integrante del famoso equipo de "La Máquina" dirigido por Renato Cesarini y Carlos Peucelle, ocupó su función en el arco durante 24 años, período en el que ganó 10 títulos. Sus presencias en Núñez le valieron reconocimiento mundial: era comparado con Lev Yashin, la "Araña Negra", otro vanguardista bajo los tres palos. En el fútbol argentino, Carrizo fue el primer guardameta en usar guantes, anticiparse a las jugadas, adquirir características de un jugador de campo y quitarle la pelota a sus rivales lanzándose al suelo con los pies.
También atajó en la selección Argentina, a la que representó en el mundial de Suecia de 1958, en la que no cumplió con una gran actuación e incluso fue duramente criticado. Sin embargo, seis años más tarde, ganó la Copa de las Naciones jugada en Brasil, y que el propio Amadeo completó con la valla invicta.
En 1969, se marchó de River para retirarse en el Millonarios de Colombia, donde atajó un año hasta que definitivamente dijo adiós a sus 44 años. Tras ello, tuvo dos breves incursiones como entrenador: en Deportivo Armenio (1972) y Once Caldas (1973).
Amadeo llegó a ser nombrado por la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol (IFFHS) como el mejor arquero del siglo XX, galardón que avaló la FIFA. Por eso, en su homenaje, en 2011, el Senado argentino instruyó el 12 de junio (día de su cumpleaños) el Día del Arquero.
Con la llegada de Rodolfo D'Onofrio a la presidencia del club de Núñez en 2013, éste lo designó presidente honorario de la institución, cargo que ocupó hasta sus últimos días. A Carrizo era común verlo en el Monumental acompañando al equipo e incluso posando en fotos junto a Marcelo Barovero, el último gran arquero que tuvo River, y a quien Amadeo admiraba. "A Barovero no lo toquen", supo expresar alguna vez cuando empezaron a recaer críticas sobre el cordobés por una mala actuación de visitante. Con respecto a Franco Armani, actual golero de La Banda, también sostenía elogios. De hecho, fue uno de los primeros en no ahorrarse elogios para el nacido en Casilda cuando este batió su récord de imbatibilidad en River: Carrizo mantuvo el arco en cero durante 769 minutos, pero Armani estiró esa cifra a 965 minutos. Ante esa situación, el legendario arquero se sinceró: "Soy el primero en aplaudirlo".
Amadeo Carrizo, quien inmortalizó a los tres palos riverplatenses como el "arco más grande del mundo", hoy pasó a la eternidad, dejando una huella imborrable en la historia de nuestro fútbol. Tan así que le valió un emotivo adiós del Club Atlético Boca Juniors, rival de toda la vida.
¡Hasta siempre, Amadeo!
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