Máximo ídolo en la historia de Boca Juniors, Juan Román Riquelme fue un exitoso jugador que dejó una huella en el fútbol argentino. Ganador de 11 títulos con el Xeneize, entre los que se encuentran tres ediciones de la Copa Libertadores (2000, 2001 y 2007), también se hizo querer en el Villarreal de España, club al que con sus actuaciones y goles cambió para siempre.
Incluso en la Selección Argentina tuvo grandes rendimientos, siendo considerado incluso hasta hoy como el mejor "socio" que alguna vez tuvo Lionel Messi en la Albiceleste, pese a que aquella dupla agotó sus últimos cartuchos hace más de una década, cuando Román, por diferencias con Diego Maradona, DT del combinado nacional, pegó el portazo. Curiosamente, Román jugó apenas un Mundial con la Albiceleste (Alemania '06, bajo las órdenes de José Pekerman).
Sin embargo, la carrera de Riquelme data de un antecedente más que curioso que si bien hoy puede resultar anecdótico, cuando ocurrió, generó mil y una suspicacias. ¿De qué se trata?
Allá por la temporada 2001/02, luego de la anunciada salida de Carlos Bianchi del cargo de DT, el Xeneize entró en un periodo de crisis al mando del uruguayo Óscar Washington Tabarez, algo que quedó reflejado en el olvidable 3° puesto en el plano local -el Apertura quedó para Racing y el Clausura, para River- y la prematura eliminación en cuartos en la defensa del título copero a manos del Olimpia de Paraguay.
En paralelo, Román, de 23 años, se mostraba profundamente disgustado con algunos manejos de la dirigencia encabezada por Mauricio Macri, que aún le pagaba contrato como juvenil pese a ser una de las figuras del club de La Ribera, dos veces campeón de América, una vez del Mundo y a que varios equipos de Europa lo tenían en la mira.
Para fines del '02, la relación Riquelme-Macri se tornó insoportable y el enganche se marchó al Barcelona de España, uno de los dos clubes de Europa -el otro era el Atlético de Madrid- que quería quedarse con sus servicios. El traspaso, en aquel entonces, se cerró alrededor de los 13 millones de dólares.
Un joven Riquelme, en su llegada al azulgrana. Venía de ser bicampeón de América con Boca.
Y si bien todo hacía prever que Román continuaría haciendo de las suyas, pero ahora en el Camp Nou, nada de eso pasó. El DT de aquel Barcelona en que desde hacía unos meses jugaba el ex River Javier Saviola, era el holandés Louis van Gaal, que venía de dirigir a la Selección de su país y al Ajax (también de los Países Bajos).
Al llegar a la capital de Cataluña, el ex Boca se topó con un contundente pero sincero mensaje de su flamante entrenador: "Usted es el mejor jugador del mundo cuando tiene la pelota pero cuando no la tiene jugamos con uno menos. Acá tengo un sistema y confío en él. Usted va a jugar de extremo", le dijo minutos después de la rueda de presentación el neerlandés al argentino.
Así fue como Riquelme debió adaptarse, pese a que no le agradaba, a una posición incómoda para él, hasta que en un partido con el Racing de Santander, se "rebeló" y se colocó de enganche. Y si bien los dos goles culés vinieron de asistencias de Román, a Van Gaal no le gustó para nada el comportamiento de su dirigido.
Al poco tiempo, el argentino salió del once titular, al igual que el DT, que para inicios de 2003, fue destituido del cargo por malos resultados. En su lugar llegó el croata Radomir Antic, que le confió de entrada al surgido de Argentinos Juniors: "Serás clave en la recuperación del equipo". Pese a este nuevo escenario que asomaba alentador, Riquelme tampoco tendría lugar bajo las órdenes del nuevo entrenador.
Riquelme, en un clásico frente al Real Madrid. Lo marca, de atrás, Luis Figo.
Todo esto se debió, en parte, a una supuesta "cama" que le hicieron algunos de sus compañeros en el blaugrana luego de un 0-3 a manos del Sevilla en el Camp Nou. Es que tras dicha goleada sufrida, el argentino habría declinado de jugar el siguiente encuentro, frente al Mallorca, en condición de visitante, que terminó 4-0 para los culés. Esto ocurrió sobre el epílogo del ciclo Van Gaal, por lo que Antic fue puesto en conocimiento al poco de asumir la dirección técnica.
Lastimosamente, el comentario que le habían acercado varios de sus nuevos dirigidos en un vestuario en el que "mandaban" figuras de la talla de Carles Puyol, Xavi o Patrick Kluivert, pesó en Antic a la hora de tomar una decisión e inclinó la balanza en contra de Riquelme, que continuaría acumulando minutos en el banco de suplentes.
A eso se le sumó el publicitado arribo del brasileño Ronaldinho, lo que le terminó de cerrar las puertas a la continuidad del argentino en el conjunto culé. Y así fue como tras apenas 42 partidos y seis goles, Román fue cedido por dos temporadas al Villarreal, donde el resto es pura historia...
Mucho más cerca en el tiempo, Van Gaal, retirado de la dirección técnica desde 2017 por una tragedia familiar, se cruzó con un hincha argentino, al que le amplió otras razones de porqué el ídolo de Boca no estaba entre sus predilectos. "No marcaba, no corría. ¿Tú has visto a Messi corriendo?", se sinceró el ex DT ante un fanático que si bien lo incomodó públicamente, logró sacar otra respuesta al porqué del fiasco que significó la experiencia de Román en Barcelona.
El paso de Riquelme por el Barcelona:
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