Después del parate con motivo del aislamiento obligatorio dispuesto a razón de la pandemia de Covid-19, este jueves se reanudó el juicio contra cinco acusados por la feroz balacera en el corazón del barrio Nueva Córdoba, ocurrida en febrero de 2018 y que dejó el saldo de tres muertos: un joven policía y dos ladrones.
Si bien son cinco los que ocupan hoy un lugar en el banquillo de los acusados, tres de ellos son los que asoman más "complicados" de cara a su futuro judicial: se trata de Diego Tremarchi (32), Ariel Gramajo (43) y Ariel Rodríguez Murúa (43). Los tres se encuentran imputados por el delito de "homicidio criminis cause" (cometer un delito para tapar la comisión de otro), cuyo único castigo prevé prisión perpetua.
Los otros dos acusados son Teresa Mitre (69) y Miguel Ángel Mitre (65), aunque estos en carácter de "entregadores". Cabe remarcar que ambos son tíos abuelos de Tremarchi, y son quienes habrían brindado las llaves del dúplex (departamentos 7A y 8A, unidos por una escalera interna) que ocupaba la víctima del asalto, Guido Romagnoli junto a su novia, Melisa Sosa, en Rondeau 84, enclavado en el corazón de uno de los barrios más populosos de la ciudad.
Todos los presentes en la sala portaron barbijo durante la jornada de reanudación del juicio. Ninguno de los cinco acusados se sentó en el banquillo de los acusados, aunque dos de ellos se ubicaron una sala contigua. El resto, en el penal de Bouwer. (Foto: Ramiro Pereyra - LaVoz).
Previo a la cuarentena, a principios de marzo, tanto Romagnoli como Sosa habían declarado ante el presidente del Tribunal, Marcelo Jaime, pero ninguno logró justificar el porqué de la millonaria suma de dinero que se encontraba puertas adentro del inmueble, y de la cual la banda de cuatro ladrones que los sorprendió, logró llevarse una importante cifra.
Sí es certero que ambos intentaron despegar de la causa a Teresa, quien previo al golpe comando del 16 de febrero de 2018, se desempeñaba como empleada doméstica de Romagnoli y que con motivos de su trabajo tenía acceso a las llaves del dúplex, las cuales habría entregado a su sobrino nieto, Tremarchi. Sin embargo, la víctima del asalto hizo referencia a ella como una persona de "extrema confianza".
También previo al aislamiento y a la inactividad propia de los Tribunales, quien prestó declaración ante la fiscalía fue el empresario desarrollista Jorge Petrone, quien declaró que Rodríguez Murúa, en un traslado desde la cárcel de Bouwer a Tribunales II -el ex titular de GAMA, hoy libre, pasó tiempo tras las rejas por falsedad ideológica- le confesó su implicancia en el golpe comando. De hecho, ambos fueron sometidos a un careo ante la atenta mirada de Jaime, en el cual ambas partes mantuvieron firmes sus dichos. Sin embargo, cuando Murúa elevó su tono de voz hacia Petrone, el presidente del Tribunal dio por concluido el acto.
Durante el transcurso de la tarde de este jueves, la jornada de reanudación continuaba en los Tribunales Federales II y de no mediar inconvenientes, el próximo 22 de junio, es decir dentro de poco más de una semana, el juicio llegará a su fin con la lectura del veredicto.
Los hechos. La noche del 16 de febrero de 2018, Romagnoli y Sosa fueron sorprendidos por una banda poderosamente armada que irrumpió en uno de los departamentos que habitaban, en calle Rondeau al 84. Los ladrones, una vez dentro del inmueble, amenazaron a la pareja y tras reducirlos, sustrajeron una suma cercana a los 400 millones de pesos. Sin embargo, al intentar huir por un edificio contiguo, hirieron a Romagnoli en una de sus piernas, cuyo disparo resonó y alertó a una vecina, que llamó inmediatamente a la policía. Al llegar a Rondeau, el cabo Franco Ferraro, de 29 años, fue asesinado a sangre fría por Ricardo Serravalle, uno de los integrantes de la banda atracadora. Y luego de una ruidosa balacera que incluyó una centena de disparos, tanto Serravalle como Ricardo el Ciego Hidalgo, cayeron abatidos en cercanías al departamento asaltado.
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