Ir al contenido principal

Qué pasó aquel 4 de enero del 2000 en que Diego “gambeteó” a la muerte

Maradona estuvo muy cerca de morirse hace casi 21 años mientras descansaba en Uruguay junto a Guillermo Coppola y un grupo de amigos. La historia detrás de aquel episodio que le podría haber puesto punto final al mito antes de tiempo.

Estuvo a punto de morirse. Así, sin mayores rodeos. Diego Armando Maradona, tristemente fallecido este miércoles a los 60 años víctima de un paro cardíaco, vivió 20 años más de lo que podría haber vivido, de no ser porque un joven médico recién egresado de la facultad evitó que el mejor futbolista de todos los tiempos parta físicamente de este mundo antes de tiempo.

Transcurrían las primeras horas del año 2000 y el astro argentino, retirado de la actividad profesional desde hacía poco más de dos años, se encontraba de vacaciones en la ciudad uruguaya de Punta del Este acompañado de su representante de entonces, el excéntrico Guillermo Coppola.

En ese entonces, Maradona tenía 39 años y había sido nominado por la Federación de Historia y Estadísticas del Fútbol (IFFHS) como el quinto mejor jugador del mundo del siglo XX.

En la madrugada de aquel cuarto día del primer año del siglo actual, Coppola agarró su teléfono y llamó al médico en cuestión, un joven Jorge Romero, que las primeras palabras que escuchó del manager del Diez fueron: “Estoy con Diego Maradona, que duerme hace dos días. No logramos que se despierte”. “Pero si está durmiendo hace dos días no está durmiendo, está en coma”, le respondió casi furioso el profesional del otro lado de la llamada.

Para ese entonces, Romero trabajaba en el Policlínico La Barra, en cercanías al balneario esteño en que Diego pasaba sus vacaciones. Y como él no podía lograr que los autos pertenecientes a su lugar de trabajo salieran para atender a pacientes a domicilio, se subió a su auto personal y manejó los casi 30 kilómetros que lo separaban de Maradona, que tal como le contó Coppola, llevaba dos días sin despertar.


Por ese entonces, su esposa Claudia, su padre Don Diego y el doctor Cahe integraban el exclusivo séquito que acompañaban al Pelusa.

Al llegar al lugar, el doctor Romero observó que efectivamente el astro estaba dormido, pero que además su cuadro denotaba gravedad. “Diego tenía una crisis hipertensiva y una arritmia ventricular. Además, dejaba de respirar durante lapsos de cinco o seis segundos. Estaba muy grave en serio. Se estaba muriendo”, contó nueve años después Romero acerca del estado de salud del ex capitán de la Selección Argentina.

Y pese a que Coppola se negaba a que Diego fuese internado en el afán de mantener guardado bajo siete llaves que su amigo estaba mal de salud, Romero lo convenció de que era necesario internarlo. Tras el representante dar el brazo a torcer, ambos subieron a Maradona al auto y de allí partieron raudamente al Sanatorio Cantegril. Allí, más de 50 periodistas ya purgaban por una fotografía del ingreso de Diego al nosocomio. Un fiel reflejo de lo que fue su intensa vida.

Lo cierto es que si bien el manager intentó bajarle el tono al asedio mediático por la propia internación del futbolista más famoso de la historia, acusando que Diego “había muchos asados y hecho desarreglos, lo que le causaron el pico de hipertensión”, durante un largo tiempo se descreyó de la versión de las causas del traumático episodio que casi le cuesta la vida al astro.

En cuestión de días, los estudios realizados a Diego en el Policlínico arrojaron que en su organismo habían sido hallados restos de cocaína, droga que probó por primera vez en 1984 -tal como él relató- luego de ser transferido del Barcelona al Nápoli, donde dio su salto como futbolista.

Fue efectivamente el consumo de esta droga la que provocó el aguado cuadro hipertensivo a Maradona, la misma sustancia que años atrás, como es de público conocimiento, había consumido durante la disputa del Mundial de Estados Unidos ’94, cuyo doping positivo lo marginó de la competencia.

Tras aquel día en que coqueteó muy de cerca con la muerte y luego de ser dado de alta, el propio Diego Armando, apoyado en su familia, tomó la decisión de afrontar un extenso período de recuperación de su adicción a las drogas. Y así fue como trece días más tarde, voló con destino a Cuba junto a su esposa Claudia Villafañe, sus padres Dalma Salvadora “Doña Tota” y su padre Don Diego, su representante Cóppola y quien era su médico personal de entonces, Alfredo Cahe.

La estadía de Diego en la isla, más precisamente en el resort “La Pradera”, acondicionado para su tratamiento, terminó extendiéndose por 76 días.

Sin embargo, a fines de ese 2004, el astro volvió a la isla para continuar con su rehabilitación luego de algunos episodios de salud que lo tenían a maltraer. Allí, en Cuba dio vida a una entrañable relación de amistad con el presidente Fidel Castro, a quien había conocido una década atrás pero cuyo vínculo se fortaleció durante la estadía del campeón mundial en el país caribeño.

Por esas casualidades del destino, ambos murieron el mismo día, un 25 de noviembre, aunque con cuatro años de diferencia.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Cuartos de final, capítulo final: la Gloria busca el pase a semifinales de la LNB ante Regatas

Foto: Prensa Instituto. Por Facundo Vivar Este miércoles desde las 21 en el Ángel Sandrín, Instituto recibirá a Regatas Corrientes por el quinto y decisivo juego de los cuartos de final de la cuadragésima edición de la Liga Nacional de Básquet. La Gloria obtuvo un triunfo vital el último domingo por 85 a 81 ante el Remero, con el José Jorge Contte como escenario principal, resultado que le permitió igualar una serie que se tornó apretada y trabajada para el elenco que dirige Lucas Victoriano. La figura albirroja en la noche correntina fue el escolta Nicolás Copello. El santafesino, elegido MVP con 27 de valoración, anotó 24 puntos, capturó 4 rebotes y repartió una asistencia, siendo clave en el último cuarto para definir el encuentro. Por ejemplo, totalizó 6/8 en lanzamientos de triples, de los cuales cuatro fueron en la última manga. Foto: Prensa Instituto. Por otro lado, Mauro Cosolito volvió a ver acción tras perderse el tercer cotejo por una molestia en el sóleo Quien acceda a las

La lluvia empañó la jornada del jueves en el Córdoba Open y Báez debutará este viernes

El hijo de Burruchaga ganaba pero la lluvia interrumpió su tenis. De permitirlo la lluvia, reanudará este jueves. Foto: Prensa Córdoba Open. El bonaerense Sebastián Báez, segunda raqueta argentina en el ranking mundial y último campeón del Córdoba Open, no pudo debutar este jueves en la edición 2024 del torneo que abre la gira sudamericana sobre polvo de ladrillo a raíz de la lluvia, factor climático que obligó a suspender dos veces la jornada de este jueves. Sin ir más lejos, la lluvia que cayó sobre las canchas del Polo Deportivo Kempes interrumpió en dos ocasiones el partido que enfrentaba al argentino Román Andrés Burruchaga -verdugo de Diego Schwartzman en primera ronda- con el alemán Yannick Hanfmann. El primer set había sido 6-3 a favor del hijo del ex campeón mundial, mientras que durante el desarrollo del segundo la lluvia frenó la recuperación del europeo. Una vez pudo reanudarse la actividad, el teutón se quedó con la segunda manga por 6-1, mientras que en el tercer y último

Racing se repartió puntos con el líder de su zona pero sigue sin poder sumar de a tres en el Sancho

Foto: Prensa Racing. Por la fecha 19 de la Primera Nacional 2024, Racing de Nueva Italia igualó sin goles ante San Martín de San Juan en el estadio Miguel Sancho, en lo que fue el cierre de la primera rueda de la segunda categoría del fútbol argentino. Con este empate, la Academia sigue fuera de los puestos de Reducido por el segundo ascenso a la Liga Profesional, mientras que el Santo sanjuanino continúa como líder, ya que su inmediato perseguidor, su homónimo tucumano, tampoco pudo sumar de a tres (igualó 0 a 0 en su visita a Güemes) y quedó a una unidad del puntero. Cómo fue el partido En los primeros minutos del partido, el “Verdinegro” fue claro dominador, llevando peligro al arco de Joaquín Mattalía, el '1' académico, con remates desde afuera. El lateral izquierdo Dante Leonel Álvarez -ex Belgrano- era el encargado de generar peligro por esa banda. Así fue como un cabezazo de Sebastián González pasó cerca de los tres palos de Mattalia y luego el arquero académico le tapó