Tablado, quien en 1996 mató de 113 puñaladas a su joven novia Carolina Aló, recuperó la libertad este viernes al mediodía después de casi 24 años tras las rejas. Para la Justicia ya cumplió su condena y siquiera tendrá que fijar domicilio. "No sé por qué la maté", dijo al salir.
Fabián Gerardo Tablado, femicida de su novia Carolina Aló, a quien mató asestándole 113 puñaladas, dejó este viernes su celda de la cárcel de Campana tras casi 24 años de encierro, tal como había dispuesto la Justicia.
Asediado por los medios de prensa, que lo esperaban en la puerta de la Unidad Penitenciaria, Fabián dijo entre otras cosas: "No se por qué la maté", a lo que amplió: "Estoy arrepentido. Salgo con una mente diferente y distinta. Soy otra persona, no soy lo que hice en el pasado". Luego, se retiró a bordo de una camioneta Ford Explorer conducida por un familiar suyo.
Tablado, que el próximo martes cumplirá 44 años, llevaba exactamente 23 años, 9 meses y 1 un día preso. Y pese a que la condena por el crimen de Aló, quien tenía 16 años cuando fue asesinada, había sido de 24 años por homicidio simple (la figura del femicidio aún no estaba tipificada en el Código Penal de entonces) aún no había concluido, el titular del juzgado de Ejecución Penal de San Isidro Alejandro David dispuso su excarcelación. "Jurídicamente no hay nada para hacer porque cumplió su pena", había expresado el magistrado.
A su condena inicial de 24 años (una sentencia por perpetua hubiera asegurado una perpetua) le había sido agregada otra a 2 años y medios hacia una mujer, madre de sus dos hijas mellizas, quienes hoy tienen 11 años. Sin embargo, la buena conducta que mantuvo en el penal y el haberse visto beneficiado por el cómputo "2x1", fueron suficientes para que el juez ordene su liberación. "Presenta sus facultades mentales normales", habían revelado especialistas acerca de psiquis del asesino.
En libertad, Tablado siquiera tendrá la obligación de fijar domicilio ni tampoco tiene prohibido viajar al exterior. En otras palabras: es hombre absolutamente libre, ya que no tendrá que comparecer ante la Justicia bajo ninguna circunstancia. Ahora bien, aún no le fue autorizado el cuidado de sus hijas, hoy al cuidado de su madre, separada de Tablado.
Durante su estadía tras las rejas, el femicida de Aló se convirtió al evangelismo y según había anticipado días antes de su salida, manifestó intenciones de regresar a su casa del Tigre -la misma en que mató a su pareja- para dedicarse a la pesca y ser olvidado.
Fabián Gerardo Tablado, femicida de su novia Carolina Aló, a quien mató asestándole 113 puñaladas, dejó este viernes su celda de la cárcel de Campana tras casi 24 años de encierro, tal como había dispuesto la Justicia.
Asediado por los medios de prensa, que lo esperaban en la puerta de la Unidad Penitenciaria, Fabián dijo entre otras cosas: "No se por qué la maté", a lo que amplió: "Estoy arrepentido. Salgo con una mente diferente y distinta. Soy otra persona, no soy lo que hice en el pasado". Luego, se retiró a bordo de una camioneta Ford Explorer conducida por un familiar suyo.
Tablado, que el próximo martes cumplirá 44 años, llevaba exactamente 23 años, 9 meses y 1 un día preso. Y pese a que la condena por el crimen de Aló, quien tenía 16 años cuando fue asesinada, había sido de 24 años por homicidio simple (la figura del femicidio aún no estaba tipificada en el Código Penal de entonces) aún no había concluido, el titular del juzgado de Ejecución Penal de San Isidro Alejandro David dispuso su excarcelación. "Jurídicamente no hay nada para hacer porque cumplió su pena", había expresado el magistrado.
A su condena inicial de 24 años (una sentencia por perpetua hubiera asegurado una perpetua) le había sido agregada otra a 2 años y medios hacia una mujer, madre de sus dos hijas mellizas, quienes hoy tienen 11 años. Sin embargo, la buena conducta que mantuvo en el penal y el haberse visto beneficiado por el cómputo "2x1", fueron suficientes para que el juez ordene su liberación. "Presenta sus facultades mentales normales", habían revelado especialistas acerca de psiquis del asesino.
En libertad, Tablado siquiera tendrá la obligación de fijar domicilio ni tampoco tiene prohibido viajar al exterior. En otras palabras: es hombre absolutamente libre, ya que no tendrá que comparecer ante la Justicia bajo ninguna circunstancia. Ahora bien, aún no le fue autorizado el cuidado de sus hijas, hoy al cuidado de su madre, separada de Tablado.
Durante su estadía tras las rejas, el femicida de Aló se convirtió al evangelismo y según había anticipado días antes de su salida, manifestó intenciones de regresar a su casa del Tigre -la misma en que mató a su pareja- para dedicarse a la pesca y ser olvidado.
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