Por decisión de la Cámara de Representantes, el presidente de los Estados Unidos afrontará un juicio político en su contra por "abuso de poder y de obstrucción" a menos de un año de las elecciones en que buscará la reelección.
Finalmente, este martes la Cámara de Representantes de los Estados Unidos de América aprobó la realización del impeachment (juicio político) contra el presidente de aquel país, Donald Trump, en el cargo desde el 20 de enero de 2017.
Esto, tras la holgada votación en favor del proceso de impeachment contra Trump por parte de la Cámara Baja (allí son mayoría los democrátas), que aprobó los cargos que se le imputan al titular de la Casa Blanca: "abuso de poder y de obstrucción".
De esta manera, el mandatario norteamericano afrontará la instancia previa a la destitución de su cargo acusado de los mencionados delitos, en consideración de una serie de conversaciones telefónicas que habría efectuado con el gobierno de Ucrania, al que pidió que investigue a Joe Biden, principal candidato opositor a arrebatarle la presidencia en las elecciones del próximo año. Esto a cambio de brindarle una ayuda superior a los 390 millones de dólares a dicho país.
Ahora, el juicio político contra Trump deberá ser tratado en el Senado, donde son mayoría los republicanos afines al gobierno de turno, por lo que de no mediar inconvenientes, el mandatario superaría el proceso. Para dar cuenta de ello, la Cámara Alta está integrada por 100 senadores, de los cuales 53 responden al oficialismo y los otros 47, a la oposición.
Para destituir a un presidente se necesita del voto de 67 de esos 100 parlamentarios (dos tercios de la Cámara), por lo que se frustaría la intención demócrata de apartar a Trump.
Así, el mandatario se convierte en el tercer presidente estadounidense de la historia en ser sometido a un juicio político. El primero fue el democráta Andrew Johnson, quien debió afrontarlo en 1868, aunque el proceso no llegó al final y terminó siendo absuelto por el Senado por apenas un voto más a su favor que en contra.
Más cerca en el tiempo, y en 1998 fue Bill Clinton quien atravesó un proceso de impeachment en su contra luego de haber sido acusado de perjurio contra una joven pasante en el Salón Oval de la Casa Blanca, Mónica Lewinsky. El caso (se conoció como caso Lewinsky) conmocionó al mundo y concluyó con Clinton también absuelto por el Senado por 55 a votos a favor y 45 en contra de su salida del poder.
La acusación contra Trump
El 25 de julio, según una denuncia anónima, el presidente estadounidense habría llamado a su par de Ucrania, Volodimir Zelenski, a quien le pidió iniciar investigaciones contra dos piezas claves de la política norteamericana: por un lado Joe Biden, ex vicepresidente de Barack Obama (2009-2017), y principal candidato demócrata (favorito según las encuestas) de cara a las elecciones del próximo 3 de noviembre de 2020. Y por el otro, a Hunter Biden, hijo del candidato y quien habría encabezado negociados en Urania mientras su padre era vice.
Esto, en cambio de brindar ayuda militar prometida a aquel país (enemistado con Rusia) que había sido retenida anteriormente y una invitación a la Casa Blanca al propio Zelenski, un humorista convertido en presidente en abril de este año y asumido en mayo.
Allí radica la imputación de "abuso de poder", ya que utilizó su cargo de presidente de los EEUU para obtener un beneficio político personal. Y el cargo de "abuso de obstrucción", en consonancia con lo que expresaron los legisladores demócratas, quienes sostienen haber invitado más de una vez a funcionarios de la Casa Blanca a testificar pero estos se negaban considerando al proceso "completamente infundado" e "injusto".
Finalmente, este martes la Cámara de Representantes de los Estados Unidos de América aprobó la realización del impeachment (juicio político) contra el presidente de aquel país, Donald Trump, en el cargo desde el 20 de enero de 2017.
Esto, tras la holgada votación en favor del proceso de impeachment contra Trump por parte de la Cámara Baja (allí son mayoría los democrátas), que aprobó los cargos que se le imputan al titular de la Casa Blanca: "abuso de poder y de obstrucción".
De esta manera, el mandatario norteamericano afrontará la instancia previa a la destitución de su cargo acusado de los mencionados delitos, en consideración de una serie de conversaciones telefónicas que habría efectuado con el gobierno de Ucrania, al que pidió que investigue a Joe Biden, principal candidato opositor a arrebatarle la presidencia en las elecciones del próximo año. Esto a cambio de brindarle una ayuda superior a los 390 millones de dólares a dicho país.
Ahora, el juicio político contra Trump deberá ser tratado en el Senado, donde son mayoría los republicanos afines al gobierno de turno, por lo que de no mediar inconvenientes, el mandatario superaría el proceso. Para dar cuenta de ello, la Cámara Alta está integrada por 100 senadores, de los cuales 53 responden al oficialismo y los otros 47, a la oposición.
Para destituir a un presidente se necesita del voto de 67 de esos 100 parlamentarios (dos tercios de la Cámara), por lo que se frustaría la intención demócrata de apartar a Trump.
Así, el mandatario se convierte en el tercer presidente estadounidense de la historia en ser sometido a un juicio político. El primero fue el democráta Andrew Johnson, quien debió afrontarlo en 1868, aunque el proceso no llegó al final y terminó siendo absuelto por el Senado por apenas un voto más a su favor que en contra.
Más cerca en el tiempo, y en 1998 fue Bill Clinton quien atravesó un proceso de impeachment en su contra luego de haber sido acusado de perjurio contra una joven pasante en el Salón Oval de la Casa Blanca, Mónica Lewinsky. El caso (se conoció como caso Lewinsky) conmocionó al mundo y concluyó con Clinton también absuelto por el Senado por 55 a votos a favor y 45 en contra de su salida del poder.
La acusación contra Trump
El 25 de julio, según una denuncia anónima, el presidente estadounidense habría llamado a su par de Ucrania, Volodimir Zelenski, a quien le pidió iniciar investigaciones contra dos piezas claves de la política norteamericana: por un lado Joe Biden, ex vicepresidente de Barack Obama (2009-2017), y principal candidato demócrata (favorito según las encuestas) de cara a las elecciones del próximo 3 de noviembre de 2020. Y por el otro, a Hunter Biden, hijo del candidato y quien habría encabezado negociados en Urania mientras su padre era vice.
Esto, en cambio de brindar ayuda militar prometida a aquel país (enemistado con Rusia) que había sido retenida anteriormente y una invitación a la Casa Blanca al propio Zelenski, un humorista convertido en presidente en abril de este año y asumido en mayo.
Allí radica la imputación de "abuso de poder", ya que utilizó su cargo de presidente de los EEUU para obtener un beneficio político personal. Y el cargo de "abuso de obstrucción", en consonancia con lo que expresaron los legisladores demócratas, quienes sostienen haber invitado más de una vez a funcionarios de la Casa Blanca a testificar pero estos se negaban considerando al proceso "completamente infundado" e "injusto".
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