Maradona ya avisó a sus jugadores y a la dirigencia actual que no continuará en su cargo ante la ausencia del oficialismo en las elecciones venideras. Resta saber si dirigirá hasta fin de año o dejará Estancia Chica en las próximas horas.
Lo que comenzó siendo un rumor terminó por confirmarse este lunes por la tarde. Diego Armando Maradona dejará de ser el entrenador de Gimnasia y Esgrima de La Plata, institución a la que llegó entre bombos y platillos el 8 de septiembre, y de la que se iría en las próximas horas, apenas poco más de dos meses después de su arribo.
Así les comunicó el propio Diego a sus jugadores en la práctica vespertina de este lunes feriado en Estancia Chica. Venía analizando fuertemente la posibilidad desde hacía varios días a sabiendas de que Gabriel Pellegrino, actual presidente del Lobo, y quien impulsó su regreso al fútbol argentino después de casi una década, no se presentará a elecciones en el club el próximo 23 de noviembre, siquiera integrando alguna de las dos listas que competirán en las urnas, Gimnasia Grande y Convergencia Gimnasista.
Considerándose un hombre de palabra, Diego ya le había acercado a sus más estrechos colaboradores que tenía decidido continuar si Pellegrino dejaba las riendas del club. Y como en las últimas horas el oficialismo no presentó lista, Maradona no dudó en tomar la decisión de pegar el portazo del Bosque ante la ausencia del dirigente que lo eligió para enderezar el rumbo del Tripero, que marcha en el fondo de la tabla de posiciones y en zona de descenso directo.
Sí, escuchó a sus jugadores, que le pidieron que continúe hasta el cierre del 2019 (a Gimnasia le restan tres partidos), pero ya tiene tomada la decisión. Encabezados por Lucas Licht, el jugador de mayor referencia puertas adentro del plantel, los futbolistas le pidieron al Pelusa que, al margen de su salida, los dirija en los tres cotejos que le restan en este 2019: Arsenal y Central Córdoba de local, y Banfield en condición de visitante.
Ante esto, Maradona pidió tiempo hasta este martes a las 17 (horario de comienzo de la práctica) para definir qué hará: si dirigirá al Lobo en los próximos tres partidos o si se irá sin despedida, y dejará el cargo en las próximas horas en mano de Pedro Troglio, un histórico del club.
Diego ya cuenta con antecedentes de este estilo en sus años tanto como jugador como entrenador. En 1993, cuando llegó a Newell's, lo hizo a través de Jorge Solari, DT de aquel entonces del equipo rosarino, y quien impulsó su arribo a Rosario. Cuando el Indio fue despedido del cargo, Maradona también se marchó después de apenas 5 partidos en los que no marcó ningún gol.
Suspendido por dopaje para disputar partidos profesionales pero no para dirigir, en el '94 tuvo un breve paso por Racing Club, que entrenó junto a Carlos Fren. El presidente racinguista de entonces era Juan De Stéfano, que no logró ser reelecto en las elecciones del '95 -ganó Osvaldo Otero-, por lo que el Pelusa también dijo adiós a su paso por Avellaneda.
Y más cerca en el tiempo, en lo que fue su última experiencia como entrenador en el país, al frente de la selección Argentina, el ya fallecido pope de la AFA Julio Humberto Grondona le pidió remover algunos de sus más cercanos colaboradores en la Albiceleste, entre ellos Alejandro Mancuso, con quien Maradona mantenía una relación de amistad por entonces. El Diez pegó el grito en el cielo con una de sus tantas recordadas frases: "Si me tocan un utilero, me voy". Desde calle Viamonte no aceptaron las exigencias del ex campeón del mundial y Maradona renunció después del 0-4 sufrido a manos de Alemania en Sudáfrica 2010.
Maradona lleva dirigidos 8 partidos como DT de Gimnasia: ganó tres y perdió los otros cinco. Hoy avisó que no seguirá. (Foto: Clarín).
Lo que comenzó siendo un rumor terminó por confirmarse este lunes por la tarde. Diego Armando Maradona dejará de ser el entrenador de Gimnasia y Esgrima de La Plata, institución a la que llegó entre bombos y platillos el 8 de septiembre, y de la que se iría en las próximas horas, apenas poco más de dos meses después de su arribo.
Así les comunicó el propio Diego a sus jugadores en la práctica vespertina de este lunes feriado en Estancia Chica. Venía analizando fuertemente la posibilidad desde hacía varios días a sabiendas de que Gabriel Pellegrino, actual presidente del Lobo, y quien impulsó su regreso al fútbol argentino después de casi una década, no se presentará a elecciones en el club el próximo 23 de noviembre, siquiera integrando alguna de las dos listas que competirán en las urnas, Gimnasia Grande y Convergencia Gimnasista.
Considerándose un hombre de palabra, Diego ya le había acercado a sus más estrechos colaboradores que tenía decidido continuar si Pellegrino dejaba las riendas del club. Y como en las últimas horas el oficialismo no presentó lista, Maradona no dudó en tomar la decisión de pegar el portazo del Bosque ante la ausencia del dirigente que lo eligió para enderezar el rumbo del Tripero, que marcha en el fondo de la tabla de posiciones y en zona de descenso directo.
Sí, escuchó a sus jugadores, que le pidieron que continúe hasta el cierre del 2019 (a Gimnasia le restan tres partidos), pero ya tiene tomada la decisión. Encabezados por Lucas Licht, el jugador de mayor referencia puertas adentro del plantel, los futbolistas le pidieron al Pelusa que, al margen de su salida, los dirija en los tres cotejos que le restan en este 2019: Arsenal y Central Córdoba de local, y Banfield en condición de visitante.
Ante esto, Maradona pidió tiempo hasta este martes a las 17 (horario de comienzo de la práctica) para definir qué hará: si dirigirá al Lobo en los próximos tres partidos o si se irá sin despedida, y dejará el cargo en las próximas horas en mano de Pedro Troglio, un histórico del club.
Diego ya cuenta con antecedentes de este estilo en sus años tanto como jugador como entrenador. En 1993, cuando llegó a Newell's, lo hizo a través de Jorge Solari, DT de aquel entonces del equipo rosarino, y quien impulsó su arribo a Rosario. Cuando el Indio fue despedido del cargo, Maradona también se marchó después de apenas 5 partidos en los que no marcó ningún gol.
Suspendido por dopaje para disputar partidos profesionales pero no para dirigir, en el '94 tuvo un breve paso por Racing Club, que entrenó junto a Carlos Fren. El presidente racinguista de entonces era Juan De Stéfano, que no logró ser reelecto en las elecciones del '95 -ganó Osvaldo Otero-, por lo que el Pelusa también dijo adiós a su paso por Avellaneda.
Y más cerca en el tiempo, en lo que fue su última experiencia como entrenador en el país, al frente de la selección Argentina, el ya fallecido pope de la AFA Julio Humberto Grondona le pidió remover algunos de sus más cercanos colaboradores en la Albiceleste, entre ellos Alejandro Mancuso, con quien Maradona mantenía una relación de amistad por entonces. El Diez pegó el grito en el cielo con una de sus tantas recordadas frases: "Si me tocan un utilero, me voy". Desde calle Viamonte no aceptaron las exigencias del ex campeón del mundial y Maradona renunció después del 0-4 sufrido a manos de Alemania en Sudáfrica 2010.
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