Poco más de ocho meses atrás, el 19 de noviembre de 2022, Instituto desafiaba a la historia y lograba el ascenso a la máxima categoría del fútbol argentino después de más de 16 años en la B Nacional.
Ese día, ante 33 mil personas que colmaron el Monumental de Alta Córdoba, la Gloria empataba 1-1 ante Estudiantes de Caseros con gol de Fernando Alarcón y decretaba su regreso a la elite de nuestro fútbol dado que contaba con ventaja deportiva por finalizar la temporada en 2° lugar detrás del campeón Belgrano.
Por ser el subcampeón, Instituto necesitaba cuatro empates para volver a Primera: en la "semi" borró a Defensores de Belgrano (0-0 en la ida y triunfo 2-0 en la vuelta) y en la gran final dejó con las manos vacías al Pincha de Caseros (igualaron 0-0 en la ida y con el 1-1 en la vuelta ascendió Instituto).
El DT de aquel equipo era Lucas Bovaglio, fichado por la institución de Alta Córdoba en diciembre de 2021 y quien menos de un año después devolvió a la Gloria al primer plano del fútbol de AFA. Ese plantel contó con varias figuras a la cabeza: Jorge Carranza, Fernando Alarcón, Ezequiel Parnisari, Gabriel Graciani, Roberto Bochi y Santiago Rodríguez, por citar algunos ejemplos. También destacaron Giuliano Cerato y Sebastián Corda.
Curiosamente, de los ocho jugadores mencionados, todos aún continúan en Instituto, ya en la Liga Profesional y con la cabeza puesta en el gran objetivo de mantener la categoría. En algunos casos, la CD encabezada por Juan Manuel Cavagliatto junto al manager Federico Bessone debió hacer un gran esfuerzo económico por retener a las figuras del ascenso.
Sin embargo, así como los bastiones de la vuelta a Primera lograron continuar, lo cierto es que otros 10 jugadores integrantes de ese plantel debieron marcharse luego de que Bovaglio les comunique que no iban a ser tenidos en cuenta por él en Primera División. Así es como se fueron el arquero Juan Martín Rojas, los defensores Agustín Gómez y Thomas Ortega, los mediocampistas Diego Becker, Claudio Pombo y Joaquín Arzura y los delanteros Joaquín Molina, Catriel Sánchez, Nicolás Mazzola, Patricio Cucchi y Joaquín Mateo.
Ahora bien, ¿cómo es el presente de estos futbolistas?
Juan Martín Rojas. Arquero, llegó a Instituto por el aneurisma cerebral que padeció Emanuel Bilbao a fines de 2022. Suplente del "Loco" Carranza en los cuatro partidos del Reducido, logró el ascenso y regresó a Deportivo Morón, club dueño de su pase, que lo cedió a préstamo a Delfín de Ecuador. Allí atajó en dos oportunidades y luego regresó al Gallito.
Thomas Ortega. Sin demasiada continuidad en el Instituto de Bovaglio, tras su salida pasó a Tristán Suárez, equipo que hoy milita en la Primera Nacional. Allí lleva jugados 19 partidos, sin goles y una asistencia brindada. Su pase pertenece a Independiente de Avellaneda, que lo cedió al Lechero hasta diciembre de este año.
Agustín Gómez. En una situación parecida a la de su antecesor, sumó minutos en la finalísima frente a Estudiantes pero no tuvo mucho más continuidad que esa. Hoy es compañero de Rojas en Morón, con mucho más rodaje que el que tenía en Alta Córdoba: lleva jugados 19 partidos. Dato de color: lo amonestaron 7 veces y expulsaron una.
Diego Becker. El santafesino tuvo contadas pero importantes apariciones en el Instituto de Bovaglio, aunque nunca pudo explotar tal como lo había hecho en el Tigre de Diego Martínez que también venía de lograr un ascenso: asistió a Molina en el trabajado 1-1 frente a Maipú en Mendoza y en el gol de Graciani que selló el 3-2 ante Ferro. Hoy viste la camiseta de Atlanta y tiene un buen andar: en 14 partidos marcó 4 goles y brindó una asistencia.
Claudio Pombo. Autor del centro que Alarcón cambió por gol e hizo estallar a Alta Córdoba, dejó un grato recuerdo en el club. Tras el ascenso volvió a Sarmiento, que lo cedió a préstamo a San Martín (Tucumán), donde jugó apenas 2 partidos y con la llegada del DT Pablo Frontini debió marcharse nuevamente. Actualmente es jugador de Chacarita, donde está empezando a ganar confianza.
Joaquín Mateo. Sin demasiada continuidad con Bovaglio, arrancó detrás en la consideración por una grave lesión sufrida en agosto de 2021 y volvió varios meses después. Anotó un gol en la victoria ante el "Defe" y otro en el amistoso ante Maipú previo a la primera "semi". De Alta Córdoba pasó a Nueva Italia: jugó a préstamo 13 partidos en Racing (2 goles), aunque fue desafectado por motivos que no trascendieron. Hoy está en Gimnasia de Jujuy, donde convirtió en su debut (es compañero de Julio Chiarini, otro ex Instituto).
Catriel Sánchez. Llegó por expreso pedido de Bovaglio, quien lo conocía de haberlo dirigido en la reserva de Talleres -club dueño de su pase- y en Villa Dálmine. En pésimas condiciones físicas y futbolísticas, casi no tuvo rodaje en la Gloria aunque estuvo cerca de marcarle de cabeza a Belgrano en el clásico jugado en Alberdi. Sin goles en 6 partidos, tras el ascenso, el propio futbolista se sinceró con Bovaglio alegando que "no estaba listo para jugar en Primera División" y se fue. Actualmente está en Flandria, donde lleva marcados 3 goles en 14 encuentros.
Joaquín Molina. Otro que jamás estuvo a punto desde lo físico y que difícilmente algún hincha del Albirrojo lo recuerde por lo mostrado adentro de la cancha. A diferencia del resto de estos futbolistas, el rafaelino llegó al club a mediados de 2021 con Marcelo Vázquez como DT. Vistió los colores albirrojos en 30 partidos y anotó 6 goles, y fue el primero en ser declarado "prescindible" por Bovaglio. De allí pasó a Chaco For Ever, donde tampoco estuvo a la altura y fue desafectado por cuestiones extrafutbolísticas. Hoy es el "10" de Villa Dálmine.
Patricio Cucchi. El "Pato" tampoco llegó a estar en plenitud física y pese a que cada vez que marcó, Instituto ganó, lo cierto es que fueron apenas 2 goles en 16 partidos. Su presente en Temperley dista mucho al que tuvo en la Gloria: 4 goles y 3 asistencias en 16 encuentros. Con él como "9", el Gasolero es uno de los candidatos a meterse en el Reducido.
Nicolás Mazzola. De los mencionados es sin lugar a dudas el más querido por los hinchas de Instituto. Tras una buena primera etapa en el club (9 goles en 18 partidos en la temporada 2014), volvió a la Gloria para ascender y lo logró, pero lejos estuvo de su mejor versión. Cuestiones principalmente físicas influyeron para que el rionegrino convierta apenas 4 goles en 31 partidos. Hoy juega en Atlanta y atraviesa un presente regular: 3 goles y una asistencia en 21 cotejos.
También se fue. El zaguero uruguayo Matías Ferreira, quien reemplazó con muchísima altura al lesionado Parnisari en la final de vuelta frente a Estudiantes, dejó Instituto tras ser tentado con una oferta del Delfín (Ecuador). Allí compartió plantel durante algunos meses con Rojas e incluso jugaron juntos Copa Sudamericana, aunque el equipo no logró la clasificación a fase de grupos. Acumula 10 partidos, de los cuales arrancó como titular en 7.
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