A los 44 años, y a casi cinco de su última pelea como profesional (12/9/15 vs. Andre Berto), el ex campeón mundial invicto Floyd Mayweather tomó la decisión de subirse nuevamente a un ring, pero esta vez no para competir contra otro púgil, sino para, fiel a su habilidad para acumular dinero, enfrentar a Logan Paul, una celebridad de las redes sociales, en una millonaria estrategia comercial.
El combate, lejos de ser trascendental en lo deportivo, se llevó a cabo en el Hard Rock Stadium de Miami, y contó con más de 12 mil espectadores presentes en plena pandemia, aunque el estadio era al aire libre y en un Estados Unidos que lentamente empieza a ponerle fin a las restricciones.
Lo más atractivo de la velada fueron claramente los dos primeros rounds, en los que Logan se mostró mejor físicamente que su rival, aunque con notorias dificultades para pararse correctamente en el ring algo que podía esperarse de este joven famoso mundialmente por sus videos en YouTube pero totalmente ajeno a un desafío como este. Sin embargo, fue la celebridad quien atinó a apurar de entrada al ex campeón, aunque con golpes poco certeros y apenas algo más que un interesante movimiento de manos.
La pelea se confirmó en abril de este año, pero estaba en carpeta desde fines de 2020. Fue otra estupenda jugada comercial de Floyd, que esta vez también dejó bien parado a su rival.
Al margen de que Paul se dejaba ver en una buena versión, Mayweather demostró que a casi un lustro de haber competido profesionalmente por última vez, la cintura para esquivar los golpes está intacta, el recurso que mejor le sentó ante un Logan sin nada para perder.
Y así fue como ambos intentaron, sin mucho éxito, conectar un puñado de golpes durante los primeros dos asaltos, que parecían sentarle mejor a Paul, seguido de cerca por su hermano Jake, otra "máquina de ganar dinero" a través del contenido en redes.
Ya para el tercer round, Paul empezó a denotar un evidente cansancio físico, de esperarse en un no boxeador que si estaba arriba del ring cara a cara con el ex campeón mundial invicto era simplemente por la millonaria facturación detrás de la realización de este combate. Con su rival físicamente endeble, "Money" sacó a relucir algunos de sus mejores golpeos pero sin llegar a noquearlo.
Los rounds siguientes -la pelea estaba prevista a ocho, y fueron completados todos- fueron, palabras más, palabras menos, para "cumplir con lo pactado", con muy poco para destacar desde lo boxístico. Logan se mostraba exhausto, al borde de besar la lona y Mayweather, de quien se esperaba mucho más, apenas exhibiendo destellos de su talento en una evidente superioridad física pero lejos del KO, el cual hubiera significado el 28° en su exitosa carrera (se retiró con un récord de 50-0-0).
El enfrentamiento contó con algunas reglas ajenas al reglamento original de una pelea profesional: no hubo jueces -pero sí un referí, Samuel Burgos, habilitado para permitir o no un KO- y ambos utilizaron guantes de 12 onzas -los boxeadores profesionales utilizan de 8- para así amortizar un poco los golpes, principalmente en el caso del nacido en Ohio, ajeno a este tipo de peleas. Y como ninguno logró derribar a su rival, la pelea terminó sin un ganador, aunque en las tarjetas ficticias "Money" fue el claro ganador.
Y así fue como ambos se marcharon del Hard Rock pendientes más bien de las cifras de dinero producto del combate que de lo que habían mostrado boxísticamente hablando. Y no es para menos: por ocho rounds de tres minutos se repartieron, entre los dos, más de 100 millones de dólares. ¿Nada mal, no?
Los números detrás de este "experimento". Organizado por Mayweather Promotions y Fammio, y vendido a todo Estados Unidos a través del pay per view (pagar para ver), el combate le permitió a Floyd engrosar su ya abultada cuenta bancaria y embolsar alrededor de 100 millones de dólares simplemente por haber intentado noquear a Paul, quien también vio "ganar" a su bolsillo: se llevó a su casa 20 millones de la moneda norteamericana, y avisó que tiene ganas de seguir probando suerte en el mundo del box.
Sobre el combate, Mayweather, quien en 2014 derrotó dos veces por KO técnico al argentino Marcos "Chino" Maidana, no se anduvo con vueltas y manifestó: "Yo vine a divertirme".
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