Cuando Diego Maradona jugó su último partido como futbolista profesional, el 25 de octubre de 1997, Lionel Andrés Messi era un niño de apenas 10 años que aún vivía en Rosario junto a sus padres y tres hermanos.
Y cuando la Pulga debutó en el fútbol, el 16 de octubre de 2004, con la camiseta del FC Barcelona, el Diez llevaba ya casi 7 años retirado de la actividad profesional.
Entre el retiro definitivo de Diego y el debut de Lío pasaron casi 10 años, sin embargo resulta curioso que cinco futbolistas hayan compartido plantel con ambos, considerados los mejores futbolistas de todos los tiempos.
Surgido de Rosario Central, Cristian "Kily" González, allá por mediados de 1995, fue tentado por Maradona, recién llegado a Boca, a que juegue con él en el Xeneize. Y así como fue que el rosarino llegó al equipo que dirigía Carlos Salvador Bilardo, en donde jugó 40 partidos y marcó 3 goles. Al año siguiente se marchó al Real Zaragoza de España.
Una década después, el "Kily" compartió vestuario con Messi en los últimos dos partidos por las eliminatorias rumbo al mundial de Alemania 2006, al cual González terminó no siendo convocado y marcó el debut mundialista del rosarino.
Pese a la espina de quedarse fuera de dicha cita ecuménica, el rosarino ostenta el mote de ser la primera persona en toda la historia en compartir plantel tanto con Maradona como con Messi.
Un Maradona al borde del retiro y un joven "Kily" González, en sus años en Boca.
También surgido de Rosario Central, Roberto Abbondanzieri llegó a Boca en 1997 tras la salida de Carlos Fernando Navarro Montoya. En aquel plantel xeneize que comandaba Héctor Veira aún continuaba Maradona, con quien el "Pato" compartió 10 meses de vestuarios y concentraciones.
Y en la selección Argentina, para la disputa de la Copa América 2007 en Venezuela, le tocó ser compañero de Messi en aquel recordado equipo dirigido por Alfio Basile que quedó a las puertas del título al caer 0-3 frente a Brasil en la final.
Martín Palermo, surgido de las divisiones inferiores de Estudiantes de La Plata, llevaba años de rivalidad con los mellizos Barros Schelotto, Guillermo y Gustavo, formados en la vereda de enfrente, en Gimnasia y Esgrima. Por expreso pedido de Maradona, la dirigencia de Boca cerró los arribos al club, tanto de Palermo como de los Mellizos.
Eso ocurrió allá por 1997, sobre los últimos meses de profesionalismo de Maradona, con quien el "Titán" compartió vestuario. Es más, en el último partido del Pelusa, aquel recordado clásico frente a River en el Monumental, fue el propio Palermo quien anotó el gol del 2-1 que le dio el triunfo a Boca tras arrancar perdiendo con gol de Berti (había descontado Toresani). Para el gol del "Loco", Maradona ya observaba el partido desde el banco de suplentes tras ser reemplazado en el entretiempo por un jovencísimo Juan Román Riquelme.
Por esas vueltas de la vida, en 2010, Maradona era el DT de la selección Argentina y Messi, una fija en el equipo titular. El astro rosarino había estado en Alemania '06 y ya brillaba en el Barcelona de España, donde un año atrás había sido campeón del mundo ante Estudiantes.
Para ese entonces el "Titán" tenía 35 años, pero el Diez confió en él para la recta final de las Eliminatorias rumbo a Sudáfrica y Palermo pagó con un histórico gol bajo la lluvia ante Perú que dejó a la Albiceleste a la puerta de la clasificación. Y así como fue que Maradona lo alistó en su nómina de convocados y lo llevó a jugar su primer mundial a los 36 años. En el vestuario, claro está, estaba Messi, con quien Palermo gestó una agradable relación.
Juan Sebastián Verón es otro de los pocos en el mundo que puede decir, orgulloso, que jugó con Maradona y Messi. Y si bien en la actualidad, con el campeón mundial '86 mantiene una fuerte disputa desde hace años -en la actualidad la "Brujita" es presidente de Estudiantes y Diego dirige a Gimnasia- nadie puede quitar que el símbolo del "Pincha" compartió plantel con ambas glorias del fútbol mundial.
En 1996, Verón llegó a Boca, varios años antes de la explosión internacional del club bajo la dirección técnica de Carlos Bianchi. En aquel equipo que dirigía Carlos Salvador Bilardo estaba, desde hace un año, Diego Armando Maradona.
Y si bien todo hacía presagiar que la "Brujita" permanecería un largo tiempo en el Xeneize, lo cierto es que tras apenas un puñado de partidos (17 y 4 goles), se marchó a la Sampdoria para dar vida a un dilatado paso por el fútbol europeo que se extendió por una década.
Caniggia abraza a Maradona en al cancha de River. A su lado, un joven Verón.
Para la Copa América de 2007, Basile no dudó en convocar al símbolo de Estudiantes para acompañar a un plantel con ganas de volver a ser campeón. Y si bien no pudo ser, la imagen de la "Brujita" estuvo a la altura de las circunstancias. Pero para Verón, esa competencia tuvo un sabor distinto por haberse convertido en un fiel amigo de Messi, varios años más joven que él y a quien aconsejaba a menudo.
Es más, tres años más tarde, en 2010, para el mundial de Sudáfrica, al astro rosarino y al actual presidente de Estudiantes les tocó compartir habitación en la concentración en Pretoria, lo que fortaleció aún más el vínculo. Hoy, ambos mantienen una excelente relación, y un ex compañero de Lío en el Barsa juega para el Pincha: Javier Mascherano. El DT argentino en aquel mundial, y por ende de Messi y Verón, era claramente, Maradona.
Messi, Maradona y Verón en Sudáfrica 2010. Fue eliminación en cuartos de final.
El caso más emblemático de quienes pudieron compartir años en el fútbol con los dos mejores jugadores de los tiempos es el de Juan Román Riquelme. Surgido del semillero de Argentinos Juniors, en 1996 llegó al Boca del "Narigón", en el que ya estaba Maradona desde hacía un año, pese a que alternaba salidas del plantel por recaídas en su famosa adicción a la cocaína con presencias en las canchas. Para abril del '97, el DT era Veira, a quien el Diez le confió que regresaría al fútbol. Y así fue como tras una intensa puesta a punto, volvió a vestirse de azul y oro.
Históricamente, un experimentado Maradona y un joven Riquelme pero que sin embargo ya derrochaba talento con la redonda, compartieron cancha un 24 de agosto de 1997 ante Argentinos Juniors. Ese día, Diego vistió la camiseta n°10 y Román, la 9.
Meses más tarde, el 25 de octubre, en el clásico contra River, Maradona salió reemplazado en el entretiempo y en su lugar ingresó Riquelme. Ese partido fue el último como profesional del astro y el inicio de una larga historia de Román con el club de sus amores, que lo considera su mayor ídolo.
En 2006, Riquelme integró la comitiva que jugó el mundial de Alemania 2006 bajo las órdenes de José Pekerman, quien también había convocado a Messi. Ya con la n°10 en su espalda (hasta entonces usaba la 8), Román gestó una buena relación con el rosarino (ambos nacieron un 24 de junio, con una diferencia de nueve años), en contraste de lo que ocurre con Maradona. Después, con Lío compartió vestuario en la Copa América 2007 y también en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, donde la Albiceleste se quedó con la medalla dorada.
Lamentablemente, Riquelme no llegó a compartir vestuarios con la Pulga en Sudáfrica '10 dado que un año antes, por diferencias irreconciliables con el DT de la selección, Maradona, pegó el portazo. En 2014, el hoy vicepresidente 2° de Boca, colgó los botines a los 36 años.
Son sólo cinco en todo el mundo. Sí, apenas cinco deportistas pueden darse el lujo (y qué lujo) de hacer alarde de que compartieron vestuarios, charlas y concentraciones con los dos mejores jugadores de todos los tiempos: Diego Armando Maradona y Lionel Messi.
En contextos distintos, claro está, por lo que seguramente habrán compartido más experiencias con uno que otro, pero nadie les quita haber sido compañeros, aunque sea por un puñado de partidos en el caso de algunos, haber presenciado en vivo y en directo el inagotable talento de ambas glorias.
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