Sin saberlo, aquella tarde el Diez gastó su último cartucho como futbolista, cinco días antes de cumplir 37 años y en una cancha de River repleta que se mostró indiferente ante el último mojón como profesional de uno de los máximos ídolos populares del país y del mundo.
Maradona, que había entrenado durante la semana previa con alguna molestia, fue desde el arranque en el equipo que por ese entonces dirigía Héctor Rodolfo Veira y que visitaba al Millonario, que marchaba puntero por un punto de diferencia con los de La Ribera. El Diez había regresado al Xeneize en 1995 bajo las órdenes de Carlos Salvador Bilardo en un 2-1 ante Colón que marcó su regreso al fútbol argentino después de 14 años, partido que quedó para el recuerdo por su histórica pelea con Julio César Toresani (a la postre fueron compañeros en Boca) que continuó fuera del verde césped.
Previo al pitazo inicial de Horacio Elizondo, el capitán de la conquista mundial en México '86 estrechó manos con Ramón Ángel Díaz, DT del Millonario, y luego se ubicó en la mitad del campo de juego para el inicio del Superclásico.
Aquel día, el Xeneize formó con: Óscar Córdoba; Nelson Vivas, Jorge Bermúdez, Néstor Fabbri, Rodolfo Arruabarrena; Julio César Toresani, Diego Cagna, Nolberto Solano, Diego Armando Maradona (c); Diego Latorre y Martín Palermo.
De arriba a izquierda: Solano, Bermúdez, Córdoba, Fabbri, Arruabarrena y Maradona (arriba). Palermo, Toresani, Cagna y Vivas (abajo).
El Diez jugó apenas los primeros 45 minutos sin brillar -Olé lo calificó con un 3- y no pudo imponer su juego, al punto de que cometió más faltas de las que recibió. Tuvo apenas una situación de gol con su pierna derecha que no inquietó demasiado a Germán Burgos, el '1' millonario. Aquel disparo al arco fue su última intervención como futbolista profesional.
En el entretiempo, de común acuerdo con Veira, salió reemplazado por un joven Juan Román Riquelme, de 19 años, y el Barrilete Cósmico se marchó al vestuario, desde donde observó la etapa final.
Vivas tampoco salió a jugar el complemento y en su lugar ingresó Claudio Paul Caniggia, mientras que a falta de ocho minutos para el final, Cristian Traverso reemplazó a "Gambetita" Latorre.
Boca salió 0-1 abajo en el marcador a jugar los segundos 45 minutos, ya que Sergio Berti había abierto el marcador para los dirigidos por Díaz con un remate de zurdo que dejó inmóvil al colombiano Córdoba.
El Pelado había alistado a: Germán Burgos; Hernán Díaz, Celso Ayala, Eduardo Berizzo, Diego Placente; Roberto Monserrat, Leonardo Astrada, Sergio Berti; Marcelo Gallardo; Sebastián Rambert y Marcelo Salas. En el complemento ingresarían Marcelo Escudero, Martín Cardetti y Juan Pablo Sorín por Rambert, Monserrat y Placente.
Pero con los ingresos de Riquelme y Caniggia, Boca cambió la cara y lo dio vuelta con goles de Toresani y el "Titán" Palermo, con un recordado cabezazo que todo River reclamó por una infracción de Bermúdez sobre Burgos que Elizondo no observó. Minutos después, el referí decretó el final de los 90 minutos: Boca se había quedado con el Superclásico, extendió a 7 los años sin triunfos de River ante su archirrival en Núñez y el Xeneize pasó a liderar la tabla de posiciones, dos puntos por encima de su rival.
Todos los flashes apuntaron a Maradona tras el triunfo auriazul en Núñez. Foto: Web El Gráfico.
Tras el 2-1, a Maradona le tocó el control antidoping como era habitual y arrojó resultado negativo, aunque se especulaba con que había dado positivo, algo que el propio Diego se encargó de desmentir.
Cuatro días después del triunfo en cancha de River, el astro mundial anunció su retiro de la práctica profesional, horas antes de celebrar sus 37 años de vida. "Con todo el dolor del alma, ha llegado el momento de anunciar mi retiro. Se terminó el jugador de fútbol. Nadie está más triste que yo", fue el lacónico mensaje con el que Diego Armando dijo adiós.
De esa manera, el Pibe de Oro le bajaba el telón a su frenética carrera de 19 años, en los que vistió las camisetas de Argentinos Juniors, Boca en dos oportunidades, Barcelona, Nápoli, Sevilla y Newell's, además de haber sido capitán de la Albiceleste en el mundial obtenido en 1986 y que llegó a la final cuatro años más tarde en Italia '90.
El tiempo pasó. Y Maradona continuó agigantando su imagen de ídolo para sus fanáticos pero siguió matizándola con episodios poco felices. En enero del 2000 casi se muere días después de los festejos por Año Nuevo en Punta del Este, meses después tuvo su partido despedida, inmortalizó la frase "Yo me equivoqué y pagué pero la pelota no se mancha", se internó en Cuba para tratar sus adicciones a las drogas, se recuperó, adelgazó considerablemente, volvió a subir de peso, fue manager de Boca, jugó al Showbol con numerosas estrellas, protagonizó veladas benéficas, se peleó con Riquelme, dirigió la selección Argentina, congregó multitudes en Medio Oriente con algunos pasos poco destacados como director técnico, dirigió el Dorados de Sinaloa, pegó el portazo y volvió a la Argentina para dirigir a Gimnasia y Esgrima de La Plata, entre septiembre de 2019 y octubre de 2020.
El 30 de octubre de ese año, el día de su cumpleaños n°60, se mostró por última vez en público en la vuelta del fútbol tras el parate por la pandemia de Covid, días después fue operado de un hematoma subdural del que parecía podía recuperarse hasta que el 25 de noviembre su cuerpo dijo basta.
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