Sin lugar a dudas la incorporación del ex Belgrano fue una verdadera "bomba" para un mercado de pases tan austero como lo es el de esta categoría, ya que la mayoría de los clubes que la integran afrontan delicadas situaciones económicas y más aún en un año tan particular como este producto de la pandemia.
Poco más de cuatro años atrás, Etevenaux fue el protagonista impensado de una noche a puro gol en el Mario Alberto Kempes. ¿Qué ocurrió? El 14 de febrero de 2016, Belgrano, dirigido por Ricardo Zielinski, recibía a River en el mundialista cordobés en lo que fue el regreso de Andrés D'Alessandro, uno de los ídolos de la afición millonaria. La tarde anterior, la comitiva riverplatense había pisado suelo cordobés para luego hospedarse en el hotel Holiday Inn, donde la mayoría de los jugadores -figuras de la talla de Marcelo Barovero, Milton Casco o Lucas Alario- accedieron amablemente a tomarse fotos con los fanáticos allí apostados. Una situación que "sorprendió" a más de uno tras largas visitas de los equipos porteños, como Boca o River, en los que los jugadores intentaban evitar a los hinchas.
A la noche siguiente, pese a que jugó un buen partido, el "Millonario" cayó 3-2 frente al Pirata. Y dos de esos tres goles celestes fueron convertidos por el protagonista de esta historia: Iván Etevenaux, que marcó el primero y el tercer gol del triunfazo de los de Alberdi (el primero, para poner en un marco).
Dicho partido fue recordado por tiempo por los cordobeses, ya que se trató de la última vez que Belgrano pudo ganarle a un River intratable. Y su protagonista, Etevenaux -vestía la 10 en aquel equipo-, aún más, ya que esa noche no solo convirtió dos goles para vencer a uno de los mejores equipos del país sino que además tuvo una brillante actuación que opacó el regreso de D'Alessandro a River después de 13 años en el exterior.
Y vaya si sabía Iván de amargar a River: en 2011 había integrado el equipo pirata que mandó a River a la B Nacional por primera vez en su historia luego de derrotarlo 2-0 en el Gigante e igualar 1-1 en el Monumental. Y si bien para el partido de vuelta Etevenaux siquiera fue al banco, nadie le quita haber integrado aquel memorable equipo que protagonizó uno de los episodios más anecdóticos en la historia del fútbol mundial.
Tras su paso por Belgrano, que se extendió hasta 2017, el jugador surgido del Lasallano pasó a Sarmiento de Junin, donde no la pasó para nada bien: se rompió los ligamentos de su rodilla izquierda y cuando todo parecía indicar que estaba listo para volver a competir, se le deshilachó un injerto y tuvo que pasar de nuevo por el quirófano. En resumen, en casi dos años en el Verde, casi no jugó y sumó minutos en apenas tres partidos.
No lo acompañó. La suerte durante su estadía en Junín. Se la pasó más tiempo en el quirófano que adentro de la cancha.
De Sarmiento saltó al ignoto Bocale Calcio 1983, de la quinta división italiana, donde no tuvo demasiado rodaje. Por eso, a cuatro días de haber cumplido 31 años, y a dos días del regreso del "Albo" cordobés a los entrenamientos, consciente de que todavía está a tiempo de mejorar su versión y porqué no ilusionarse con ascender de la mano del equipo blanco, pegó la vuelta al fútbol cordobés y estampó su firma a General Paz Juniors, club al que buscará, con su experiencia, ayudar a levantar cabeza y recuperar protagonismo.
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