Pese a la ventaja que sacó el actual jefe de gobierno en las PASO de agosto, últimas encuestas arrojan que el candidato del Frente de Todos lograría forzar un ballotage. Escepticismo en el oficialismo.
El mismo día en que se llevarán a cabo las elecciones presidenciales, el próximo domingo 27 de octubre los porteños concurrirán a las urnas para elegir al jefe de gobierno por los próximos cuatro años.
Si bien en las PASO del pasado 11 de agosto, el actual mandatario Horacio Rodríguez Larreta le sacó 15 puntos de ventaja al candidato del kirchnerismo Matías Lammens, sondeos realizados en las últimas semanas arrojan que en octubre Lammens lograría reducir dicha brecha y llevar al candidato de Juntos por el Cambio a un ballotage.
Números vaticinan que Larreta no lograría llegar al 50% necesario para ganar en primera vuelta, por lo que debería verse las caras nuevamente con el actual presidente de San Lorenzo de Almagro en segunda vuelta.
Es decir, Lammens alcanzaría un 40% y el actual jefe de gobierno rondaría por el 49%, sin esto alterar el nombre de quienes ocuparían el tercer y cuarto lugar: Matías Tombolini (Consenso Federal) será el último en ocupar un lugar en el podio, mientras que el candidato de la izquierda Gabriel Solano deberá conformarse con un 4º puesto.
Similar escenario tuvo lugar en las elecciones en CABA de 2015 cuando el candidato del oficialismo, Rodríguez Larreta obtuvo un importante triunfo tanto en las PASO como en primera vuelta. En las primarias, el saliente jefe de gabinete había sido el candidato más votado sumando el 47,75% para su fuerza ante Energía Ciudadana Organizada, encabezada por Martín Lousteau, que se llevó el 22,23%.
Luego en primera vuelta, el candidato de Macri obtuvo el 45,56% de los comicios pero como no obtuvo el 50% necesario para el triunfo definitivo, ahora tenía que enfrentarse con el ex ministro de Economía K en segunda vuelta.
Tan abrumadora había resultado la victoria oficialista que todo hacía presagiar que el PRO obtendría una diferencia aún mayor en el ballotage. Sin embargo, muy lejos estuvo de ser así: Lousteau, el segundo candidato más votado, arrastró los votos del kirchnerista Mariano Recalde a su fuerza y Larreta apenas venció por menos de tres puntos: 51,64% a 48,36%, lo que encendió las alarmas.
No obstante, y al margen de los números que hoy le permiten soñar al binomio Lammens-Marziotta, Rodríguez Larreta ganaría en un hipotético ballotage, lo que le permitiría extender la hegemonía PRO en Capital Federal a 16 años.
El mismo día en que se llevarán a cabo las elecciones presidenciales, el próximo domingo 27 de octubre los porteños concurrirán a las urnas para elegir al jefe de gobierno por los próximos cuatro años.
Si bien en las PASO del pasado 11 de agosto, el actual mandatario Horacio Rodríguez Larreta le sacó 15 puntos de ventaja al candidato del kirchnerismo Matías Lammens, sondeos realizados en las últimas semanas arrojan que en octubre Lammens lograría reducir dicha brecha y llevar al candidato de Juntos por el Cambio a un ballotage.
Números vaticinan que Larreta no lograría llegar al 50% necesario para ganar en primera vuelta, por lo que debería verse las caras nuevamente con el actual presidente de San Lorenzo de Almagro en segunda vuelta.
Es decir, Lammens alcanzaría un 40% y el actual jefe de gobierno rondaría por el 49%, sin esto alterar el nombre de quienes ocuparían el tercer y cuarto lugar: Matías Tombolini (Consenso Federal) será el último en ocupar un lugar en el podio, mientras que el candidato de la izquierda Gabriel Solano deberá conformarse con un 4º puesto.
Similar escenario tuvo lugar en las elecciones en CABA de 2015 cuando el candidato del oficialismo, Rodríguez Larreta obtuvo un importante triunfo tanto en las PASO como en primera vuelta. En las primarias, el saliente jefe de gabinete había sido el candidato más votado sumando el 47,75% para su fuerza ante Energía Ciudadana Organizada, encabezada por Martín Lousteau, que se llevó el 22,23%.
Luego en primera vuelta, el candidato de Macri obtuvo el 45,56% de los comicios pero como no obtuvo el 50% necesario para el triunfo definitivo, ahora tenía que enfrentarse con el ex ministro de Economía K en segunda vuelta.
Tan abrumadora había resultado la victoria oficialista que todo hacía presagiar que el PRO obtendría una diferencia aún mayor en el ballotage. Sin embargo, muy lejos estuvo de ser así: Lousteau, el segundo candidato más votado, arrastró los votos del kirchnerista Mariano Recalde a su fuerza y Larreta apenas venció por menos de tres puntos: 51,64% a 48,36%, lo que encendió las alarmas.
No obstante, y al margen de los números que hoy le permiten soñar al binomio Lammens-Marziotta, Rodríguez Larreta ganaría en un hipotético ballotage, lo que le permitiría extender la hegemonía PRO en Capital Federal a 16 años.
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