El ex mandatario provincial tenía 68 años y viajaba a bordo de una lujosa camioneta Volvo XC60 por una recta de la autovía Córdoba-Río Cuarto, cuando a raíz del exceso de velocidad chocó violentamente contra la parte trasera de un camión Mercedes Benz de doble acoplado que se encontraba estacionado en el lugar. El impacto fue tan violento que la parte frontal del auto del ex gobernador quedó literalmente desintegrada. Días más tarde, la autopsia arrojó que la causa de su muerte había sido un "fuerte traumatismo de cráneo".
Esa noche, el dirigente peronista se dirigía desde Río Cuarto, donde se encontraba radicado, rumbo a Córdoba capital para participar del festejo del cumpleaños de su hija menor, Natalia, actual legisladora provincial y candidata a diputada por Hacemos por Córdoba, sello del peronismo cordobés.
Este miércoles, con motivo de un nuevo aniversario de su desaparición física, se llevará a cabo una misa homenaje, aunque desde la familia anticiparon que, por protocolo sanitario, será acotada para un pequeño número de familiares, allegados y un puñado de dirigentes del justicialismo cordobés. Sí podrá seguirse en vivo a partir de las 17.30 por los canales de Hacemos por Córdoba.
De la Sota, hijo de Arnaldo de la Sota, quien también murió en un accidente automovilístico a fines de los años '70, y de Adelia María Moriconi, fallecida en marzo de 2020 a los 100 años de edad, tuvo tres mandatos como gobernador de la provincia mediterránea: el primero, entre 1999 y 2003, tras arrebatarle el poder al radicalismo, más precisamente al saliente mandatario Ramón Bautista Mestre; el segundo, para el cual fue reelecto, entre 2003 y 2007, año en que le cedió el bastón de mando a su aliado político Juan Schiaretti, aunque cuatro años más tarde, volvió a intercambiar el poder con Schiaretti y regresó a la gobernación para el período 2011-2015.
Previo a llegar al Ejecutivo provincial, se desempeñó como secretario de Gobierno de la ciudad de Córdoba (entre 1975 y 1976, hasta la llegada de la dictadura), fue senador y diputado nacional y embajador argentino en Brasil durante la primera presidencia de Carlos Menem, cargo desde el cual forjó un estrecho vínculo con el ex presidente de aquel país, Lula da Silva.
En Mar del Plata. En un coloquio para el desarrollo empresarial, ambos dirigentes se reencontraron y dieron un fuerte apretón de manos. "El presidente latinoamericano que mejor ha expresado los postulados del peronismo", lo definió alguna vez De la Sota al ex mandatario brasileño.
Sin embargo, antes de su éxito político, sufrió varios traspiés en las urnas: quedó segundo en la pelea por la gobernación en 1987 y en 1991, y fracasó en su intento de ser intendente municipal, durante el retorno de la democracia, a manos de Mestre, de quien 15 años después se tomaría "revancha" al ganarle la gobernación.
Sus vices fueron Germán Kammerath (ejerció el cargo por apenas unos meses, ya que fue electo intendente de la ciudad de Córdoba, aunque De la Sota le retiró su apoyo político en 2002); el propio Schiaretti, y Alicia Pregno.
En 2015 fue precandidato a presidente de la Nación por el sello "Una Nueva Alternativa", a través del cual compitió en internas con Sergio Massa, quien terminó quedándose con la victoria. En esa elección, De la Sota tuvo un sólido desempeño al recibir 1.408.518 votos en todo el país. A partir de ese resultado, Massa quedó bien parado de cara a los comicios de octubre pero terminó 3° detrás de Daniel Scioli (PJ) y Mauricio Macri (Cambiemos), que en el balotaje se alzó con la presidencia.
En el plano personal, mantuvo una intensa vida amorosa. Se casó dos veces: primero con Silvia Zanichelli, hija del ex gobernador radical Arturo Zanichelli, y con quien tuvo a Candelaria, Natalia y Agustina, tristemente fallecida en 1987 con apenas 5 años de edad al ahogarse en la pileta de la casa familiar. Su matrimonio con Zanichelli eyectó a la política a un hijo de esta, Francisco, quien ocupó varios cargos en el poder público provincial.
Una vez separado de su primera esposa, contrajo matrimonio en segundas nupcias con la bioquímica sanjuanina Olga Riutort, afín al PJ, a quien ingresó a la política, al punto de nombrarla secretaria General de la Gobernación durante su segundo mandato, aunque una vez disuelta la pareja, Riutort -hoy encolumnada detrás del Frente de Todos- dejó su lugar, en 2002. Con la dirigente peronista, De la Sota no tuvo hijos.
Al momento de su deceso, el histórico dirigente cordobés se encontraba en pareja con la diputada nacional y ex funcionaria de su segunda administración, Adriana Nazario, con quien había entablado vínculo sentimental en 2005. La noche del trágico siniestro, Nazario viajaba detrás de De la Sota en otro vehículo y observó con sus propios ojos cómo la camioneta de su pareja chocaba fuertemente con el camión de doble acoplado que allí se encontraba estacionado.
Su velatorio tuvo lugar apenas horas después de la tragedia, y para ello el gobernador Schiaretti dispuso la apertura de las puertas del Centro Cívico del Bicentenario, edificio por el cual pasaron miles de personas hasta el mediodía del lunes, cuando partió el cortejo fúnebre rumbo al panteón que su familia ocupaba en el cementerio San Jerónimo.
De su último adiós, participaron, además del pueblo cordobés, numerosos dirigentes municipales, provinciales y nacionales. Asistieron, entre otros Sergio Massa; Rogelio Frigerio; Oscar Aguad; Graciela Camaño y Jorge Busti.
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